lunes, 7 de marzo de 2011

Cuaresma '11

En cierta ocasión, un sacerdote santo que estaba de viaje pasó unos días en una casa de retiro. Cuando llegó a la casa se acercó a la capilla de la misma y le susurró al Santísimo: "En estos día prometo tratarte muy bien y darte lo mejor". La Cuaresma, que comienza con el Miércoles de Ceniza, es el tiempo idóneo precisamente para eso, para que tratemos al Señor muy bien y le demos lo mejor.



"Tratarlo muy bien" en la oración, que es una invitación a alejarse por unos momentos del ruido de la vida diaria para escuchar a Jesús, "para sumergirse en la presencia de Dios", dice el Papa. Él quiere hablarnos cada día en nuestro interior. Quiere hablarnos para que aprendamos a discernir el bien del mal, para descubrir su presencia en nuestras vidas, para fortalecer nuestro deseo de seguirle. ¡Atrévete en esta Cuaresma a escuchar lo que Dios quiera decirte!

Y "darle lo mejor". ¡Él se lo merece! Se merece que le demos lo mejor. Por eso, en la Cuaresma los cristianos practicamos el ayuno y la limosna. El ayuno y la limosna, dice Benedicto XVI "nos impulsa cada día a liberar nuestro corazón de las cosas materiales", que nos impiden estar abiertos a Dios y a las necesidades de los demás.

Privarnos de ese postre que tanto nos gusta, compartir nuestro dinero con algún necesitado, sonreír a esa persona que no me cae bien, esforzarme en aprovechar bien las horas de estudio, estar atento a las necesidades que hay en mi casa... Son muchas las cosas que podemos poner en práctica en esta Cuaresma para mejorar, para vaciarnos de nosotros mismos y dejar que entre Dios en nuestra vida. Así aprenderemos a amar, así daremos pequeños pasos adelante en nuestro camino de santificación personal. Dios quiere que los jóvenes de Ceuta sean fieles discípulos de Jesucristo. ¡Dios quiere que los jóvenes de Ceuta sean santos!

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